jueves, 20 de noviembre de 2014

Tolerancia Cero.

Hay muchas formas de maltrato: verbal, físico, psicológico ninguno de ellos justificable.

En un tiempo de mi vida me sentí maltratada, no recibí golpes,pero fui utilizada sexualmente,vejada,insultada,abandonada,ignorada...me negaron la salida de mi propia casa con amenazas de no poder volver a entrar, sin dinero,(tras afrontar los gastos mensuales de la vivienda),sin comida y sola.

Durante mas de dos semanas mi alimentación se basaba en un plato de postre de espinacas congeladas y aliñadas con un pellizco de sal,(Lo único que quedaba en casa), el resto del día era ayuno para mi.
Empece a flojear, sentir un gran cansancio, perdí el apetito por completo y cuando podía permitírmelo acompañaba mis penas con mi cajetilla de tabaco azul  ligth y los besos y mimos de mi inseparable compañero canino.
No era feliz,deje de ser yo, entre en depresión y ansiedad, no recuerdo todo lo que llore pero fueron mares, la medicación se hizo mi gran aliada y esperaba como una yonki la hora de tomarlas y tumbarme sobre la cama para percibir como los síntomas de mareo, dolor de pecho y temblores desaparecían y una gran calma me hacia descansar en un profundo sueño.
Un mes compartiendo horas sueltas con  mi maltratador, una agonía lenta y macabra.
En dos ocasiones pensé en desaparecer, pero nunca reuní el valor suficiente para acabar de forma cobarde con la situación, aun quedaba algo de lucidez dentro de mi y sabia que al final del túnel, encontraría una salida.
En un largo mes, perdí mas de diez kilos, el pelo se me caía a mechones y las ojeras de mis ojos eran dignas ganadoras de un concurso de maquillaje zoombie.

Luche con todas mis fuerzas contra viento y marea por ser otra vez yo, la chica pelirroja alegre con ganas de vivir, segura de si misma, extrovertida y con ese punto dulce de locura.

Cuando menos lo espere vi la luz y sin miedo al cobarde que me jodió la vida, en una de sus múltiples salidas,cerre la puerta, y dirigiéndome a la ventana lo observe marchar, cogi mi cerveza y brinde  diciéndole adiós.Estaba preparada y era el momento.Salí lo mas rápido que pude con la cabeza mas alta que nunca,orgullosa de mi misma y de mi decisión,aparque en una esquina mis temores,y prometí no volver a pasar por eso otra vez mas, y ser capaz algún día de borrar completamente de mi vida esa historia...

Esa noche dormí a pierna suelta, si mal no recuerdo alrededor de unas 14 horas,comence a alimentarme, a prescindir de mis amigas"ansiolíticas", empece a pasear y a disfrutar de mi nuevo barrio con mi can sin miedo alguno, en menos de lo que yo imaginaba estaba recuperada y comiéndome el mundo como siempre lo había hecho.(Tengo que dar las gracias a mi ángel de la guardia en ese momento, una gran ayuda, tus chorizos y salchichon me cebaron de lo lindo y tus visitas diarias me hacían sentir paz).

Esta es mi historia y no me avergüenzo de contarlo,es mas, me siento liberada, por que nadie tiene el derecho de maltratar a otra persona y nadie tiene la obligación de estar callado.

Ningún hombre es mas "macho"por pegar a una mujer(reconozco que en infinidad de veces hubiera preferido ser golpeada, quizá el dolor físico hubiera tardado menos en marchar,)ni una mujer mas valiente y dura por hacerlo a un hombre.

Desgraciadamente vivimos en una sociedad machista y a diario lamentamos noticias negras en los informativos, si TU estas en una situación parecida NO tengas MIEDO! PIDE AYUDA! Y NO TE AVERGÜENCES POR ELLO! TU VIDA es TUYA,y mas vale estar SOLA que MAL acompañada.

                              !NO A LA VIOLENCIA DE GENERO!

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